martes, 12 de enero de 2010

Pacto de Versalles

Paremos esta guerra. ¿Quién gana en el juego del jamás? ¿Tú, yo, el desencanto, la esperanza, la incertidumbre?

Hagamos una tregua y digámosle no al frío de invierno . ¡qué cese el fuego!

El saldo es rojo en el campo de batalla y ya hay demasiados corazones heridos, como para lesionar a otros dos. Detengamos la masacre, y colguemos la bandera blanca: ya no quiero ser participe de este dolor.

...Es ahora cuando volteo y veo las ruinas que dejamos en nuestras almas: las risas destrozadas, los sueños abandonados y las pasiones están ahora derrumbadas... ¡no quiero más!

Si me tengo que declarar perdedor en esta guerra lo haré. Bien valdrá el costo de esta rendición,
a tener que seguir curando los sentimientos fulminados. Hagamos un pacto dónde haya sólo un perdedor, no más gritos, no más reclamos, no mas ley de hielo.

Sé que quieres tanto cómo yo que terminemos el conflicto: la guerra fría más fría que se haya registrado, la guerra armada sin armas que dejó más personas lesionadas.

Y sé qué si no la detenía yo, tú lo harías tú tarde o temprano. Pero te quiero y jamás tomaría la capital de tu corazón cómo símbolo de mi victoria, porqué eso me hundiría.

¡Retiremos las flotas enemigas y los aviones de combate; dediquémonos a rescatar lo que tenemos: Las convicciones, las esperanzas, las odiseas que aún no pasamos juntos...

Hagamos un trato dónde sólo haya un sólo perdedor: el desamor....

No importa que a que precio, no importa sí es necesario entregarte en mano y papel, territorios y recuerdos que me pertenecieron, porque para mi no hay batalla más importante, ni conflicto más grande que el recuperarte...

Hagamos un trato y pongamos fin a esta guerra imaginaria de mentiras innecesarias y deseos reprimidos... de miedo.

hagamos una tregua, y firmemos el pacto de Versalles del amor, cerremos las trincheras, tiremos las armas... fundámonos en el deseo, el deseo de cesar nuestra pálida guerra.

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