jueves, 18 de noviembre de 2010

Explosión

fui el observador del tango.

El maniquí que veía desde las vitrinas el cortejo,

el vuelo de las prendas por micro segundos...

el roce de los cuerpos, la caricia de los senos,

de la cintura, de las mordidas cómplices entre cuello y espalda

andaban como río en su cause,

los rostros transformados en lobos feroces

en amantes vigorizados

en penetraciones...

en juegos de posición...

en montas y en cabalgatas....

en gritos, gemidos, quejas, peticiones...

más... más....

la fuerza de las palabras y su reacción en el cerebro deseoso de satisfacer y satisfacerse

las manos condenadas a vagar la eternidad en un vientre

en unas piernas

en lenguas de serpiente que escupen fuego en cada beso

los colmillos de acero que perforan los hombros de la pareja

las erecciones

los pezones hinchados de la excitación y las mordidas

la agitación..

la entrada del verano en los cuerpos

del otoño que descarga sus hojas secas como el semen regado

los cuerpos húmedos por las lluvias de octubre...

los ensordecedores gritos atrabancados...

la desconexión con el mundo suprasensible...

el estado de limbo con el antecedente placentero que deja los ojos en blanco...

la descarga del último aliento.

la piel erizada que regresa a su estado normal...

el invierno que comienza a caer y que se abriga con un abrazo.

el ocaso y la noche...

un beso, dos

los ojos de ella que se cierran entre placer y confort...

el cuidado de ella para verla quedarse dormida...

Entre la Espada y la guitarra: Entre Roberto y Cruzzó (auto entrevista)

Entre la espada y la guitarra: entre Roberto y Cruzzó.

Qué es de un ser humano cuando tiene dos personas viviendo en un cuerpo: Mario moreno y “Cantinflas”, Javier López y “Chabelo”, o Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto; diríamos muchos que no lo conocemos, pero si dijéramos su pseudónimo, quizá logremos identificar al gran maestro chileno PABLO NERUDA.

Y aquí me hallo, como el entrevistador de dos entes; por una parte el estudiante de comunicación, novio, amigo, confidente, lector, el de un carácter tranquilo. Y Cruzzó, un Alter bastante accidentado en la vida, que sin embargo ha tomado un perfil de existencia más sólido en las redes sociales como “Rob Cruzzó”, el pseudopoeta, el escritor, el compositor… muy diferente a Roberto Mendoza, pero a la vez complementarios uno del otro.

Entrevistador: Roberto, me gustaría saber cómo es que nace en ti “Cruzzó”, como surge ese nombre, como le das esa concepción propia, para con él.

Roberto: Fue algo simpático, cuando era chico, recuerdo que tuve mi primer novia yno sabía que era tener una relación sentimental, estaba pequeño (12 años), y se me ocurrió escribirle una carta. Después de ahí, me di cuenta que me gustaba escribir, pero me daba pena, o no quería que la gente supiera quién era el que escribía ciertas cosas, creí que me podían tirar de dañado mental. Fue así que cree a Rob Cruzzó. También de infante, el primer libro del que tengo conciencia fue el de “Robinson Crusoe” y en honor a ese libro que me abrió las puertas al mundo utilicé el Crusoe, sólo que no me gusta mucho el inglés y decidí jugar con las letras y los sonidos y fue como surgió el Cruzzó como se escribe: C, R, U, Z, Z, y la O acentuada.

Entrevistador: Esta pregunta la formulo a quien me la quiera responder. En qué momento hubo una separación de lo que es Roberto y lo que es Cruzzó, cuándo empieza uno a ser diferente del otro

Cruzzó: Creo que no hay una separación como tal, nos complementamos. Lo que sucede es que yo soy el autor de todo lo que escribe Roberto (risas) pero el maldito no me da crédito en sus trabajos porque no aparezco yo en las listas de la UNAM.

Roberto: Aunque si llegamos a tener nuestras diferencias, por ejemplo yo soy de perfil un poco más tímido, más reservado –ese es el término- incluso soy desconocido en el cibermundo, pregunta por un tal Roberto Mendoza y verás que no hay nada de mí. Yo Roberto soy fanático de la trova y de la poesía de Benedetti, y creo, que aunque Cruzzó también, a él le gusta más la creación, sin dejar a un lado la enseñanza de los grandes maestros.

Pero si pudiera contestar tu pregunta, creo que la separación se da en el momento en que Cruzzó empieza a cobrar fuerza en ideología, el nació en el 2007 pero hasta 2010 que entramos a la Universidad y que ciertos compañeros empezaron a llamarme por “Cruzzó” o a conocerme por el pseudónimo, ahí es cuando hubo una “división” notoria.

Entrevistador: Roberto dice que es un poco tímido y de bajo perfil. ¿Cómo es Cruzzó?

Cruzzó: Creo que Roberto es un persignado (de nuevo, risas) yo soy un poco más vale madres, llego a ser grosero, me gusta hacer las cosas de modo instantáneo, mientras que Roberto le ve tres pies al gato. Soy más perverso y a veces me gusta conquistar corazones, aunque Roberto ya me lo tiene prohibido.

Creo que soy todo lo que Roberto en su vida no puede y eso me agrada, ya que aunque dependo de él, me da ciertas libertades, incluso mi propia identidad que en momentos son las que nos sacan avantes.

Entrevistador: He oído una de las canciones que han compuesto “ángel custodio” me permitiré leer un fragmento “y me amas tanto que cambiaste aquellas alas que te dieron en el cielo/por dos pies/ preferiste acompañarme en las praderas, y abrazar nuestras heridas/ en la piel… / y abrázame tan cálido que no recuerde que eres ángel/ y que ya eres mi mujer/ quiero tenerte hasta el último momento y tus cabellos con mis manos recorrer/ recorrer”.

¿A quién de los dos se le ocurrió esta historia?

Cruzzó: A mí… no, la verdad es que fue una historia de vida, un amor verdadero que por alguna u otra situación jamás sucedió. Entonces fue como un agradecimiento a esa persona, por lo que había hecho por nosotros aunque ella está con alguien más siempre le estaremos agradecidos. Pienso que fue Roberto quien vivió la historia y yo me aproveché para escribir la poesía que un año después con ayuda de un amigo nuestro, que, curiosamente también tiene una dualidad en su ser, nos ayudó a hacer los arreglos musicales.

Entrevistador: ¿Cuáles son tus pasiones, Roberto?

Roberto: Creo que la música y el teatro, estoy actualmente estoy interpretando un papel en una pastorela cómica, me gusta la música y más allá de lo que muchos piensan, me gusta más música aparte de la trova, escucho salsa, rock en español, baladas, rock clásico, y algunos ritmos raros que no sé ni cómo se llaman, ah… y también me gusta mucho el futbol. Juego de portero y creo que no lo hago mal. Au

Entrevistador: ¿y la escritura?

Roberto: También me gusta, pero para ella soy tímido, mi mejor logro fue cambiar mi escritura de minúsculas a mayúsculas, porque no se entendía lo que escribía (risas de Cruzzó). Sí llego a escribir algo chunflero de vez en cuando, pero eso me lo quedo exclusivamente yo. Lo demás dejo que Cruzzó lo haga, y yo cobro por él.

Entrevistador: ¿No crees que Roberto te está dando mucha importancia en tu vida?

Cruzzó: Sí, en ocasiones pone mi nombre en los programas de mano de las obras de teatro, también en sus camisetas de futbol, creo que es porque Cruzzó es un apellido que hasta el momento no hemos escuchado de alguien más. Roberto hay muchos, Mendoza, ni se diga, creo que nos gusta llamar la atención desde el nombre, intentar provocar algo en las demás personas, y es lo que intento hacer cuando escribo, dejar huella, que supongo, es lo que también intenta Roberto, por eso creo que me da importancia. Creo que soy su brazo armado (o debería decir, su pluma armada).

Entrevistador: ¿Se llegan a desesperar por convivir todo el día?

Roberto: Al principio, pero hemos aprendido a llevarnos bien, aunque en momentos no sepamos quien es quien. En ocasiones el quiere ser yo y yo quiero ser él. Despierto Creyendo que me llamo Cruzzó y me confundo, en ocasiones me desespero y quisiera no haberlo creado, pero negarlo sería negarme a mí. Y por ello vivimos en armonía.

Cruzzó: ¡Yo no quiero ser como tú! (de nuevo se ríe irónicamente) A veces a mí me gustaría tener mi propio cuerpo para poder hacer lo que me pegue en gana, seguir con mis escritos, emborracharme hasta perderme, tener una vida a lo Joaquín Sabina. Pero sé que no es posible, así que intento darle lo mejor de mí y él sus mejores consejos, no hablo de un equilibrio, más bien de aprender de ambos y hacer las cosas que a ambos nos gustan porque queramos o no como diría la canción “tú y yo somos uno mismo (wo-o)

Entrevistador: ¿Alguna vez se han disputado a alguna mujer?

Cruzzó: No recuerdo… Creo que no, cuando le gusta una mujer a Roberto, es bien tímido, le cuesta trabajo hablarle, entonces yo le tengo que decir “anda Roberto, no le saque” y empujarlo cuando pasa cerca de nosotros. A veces soy el Syrano de Bergerac. Lo bueno es que nadie me ve, sino lo dejarían botado.

Entrevistador: Me siento entre la espada y la pared, entre dos personalidades tan distintas, pero que a la vez conviven tan bien, tan sincrónicos... ¿quién es la espada y quien es la pared?

Roberto: Creo que la figura que buscas sería “entre la espada y la guitarra”. Yo sería la guitarra, porque soy una persona más sentimental, más sensible y Cruzzó sería la Espada ya que él es más directo, en ocasiones más frío, más de metal, es quien me ayuda a defender lo vulnerable que puedo llegar a ser.

martes, 16 de noviembre de 2010

el frío proyectil

Una pistola en mis manos
el símbolo perfecto de la muerte, de la venganza...
desenfundo el arma de su cubierta de piel
y la recorro despacio, con una sonrisa maliciosa.
es la hora de cobrar lo que el destino no ha facturado.

Doy vueltas en la sala. coloco el arma en la mesa de centro
medito el momento, tu reacción, tu rostro de miedo suplicante,
tus rodillas al piso, tus manos en mi costado pidiendo una oportunidad;
es tarde, tu no escuchaste a mi corazón que sangraba pidiendo piedad...

El reloj se vuelve mi testigo fiel, cuenta los minutos que tardas en llegar.
Seguramente no esperas tu repentino deceso,
seguramente vienes hablando con él de lo mucho que lo amas...
he pasado a mejor vida en tu imaginario
y tu en unos instantes pasarás a formar parte del séquito de satanás.

Es hora de salir de mi morada.
Cojo el arma y la apreso entre mi cintura y el pantalón
no se compara el frío del cañón de metal
con el de mi sudor mientras más aproximo mis pasos
al punto de intersección previamente estudiado...

Llega un viento mortecino a mi rostro
acompañado de una borrasca mental, sentimental, pasional... moral.
Pero no hay tiempo de arrepentirse;
quiero verte muerta y así será.

Mis ojos comienzan a desorbitarse, mi rostro a desfigurarse
pierde los rastros más sensibles a los ojos ajenos.
Me he convertido en un monstruo esperando verte mal
con la sangre corriendo como agua por el asfalto en días de octubre.

cruzo dos pasos cebra y tres semáforos. llevo tiempo de sobra.
soy tu cita inesperada de las tres en punto,
pero no cumples ese pacto
las tres y cuarto, las tres y media.. no te veo cruzar la avenida central.

mis manos comienzan a tensarse,
mi rostro a empalidecer...
siempre me molestó tu impuntualidad
y parece ser que tú último día no será una excepción.

son las cuatro y no llegas, las cinco y estoy vuelto un mar de pesares.

Desaparecen las calles, desaparece tu recuerdo
todo se va alejando del primer plano y lo comienzo a ver lejano
distante a mis ojos que se cierran. Se vuelven a abrir despidiendo halos de luz
De mi boca emanan risas que estaban fulminadas.

Parece todo un sueño, pero no dejo de sentir la pistola en mi cintura,
intento apartarla de mí cuerpo pero está abigarrada, endosada
comienza un ataque de locura y lloro sangre, transpiro sangre, salivo sangre...

El dolor se vuelve insoportable. corren por mis arterias millones de agujas
me destrozan el corazón, los sentidos,
los recuerdos, todo se borra mientras la oscuridad se vuelve frecuente
la borrasca ahora es de termitas que carcomen lo que queda de mis ojos
que alcanzan a ver esa pistola impactando su proyectil en mi cuerpo desecho...








lunes, 15 de noviembre de 2010

Mujer de todos

mujer de alma rota en mil pedazos,
pedazos que convertiste en fichas
que repartes noche a noche para compartir
cama y cobija.

Entre el juego de edredones desapareces fugitiva
te escabulles entre gemidos y gritos de gata
eres un hotel de paso y nada más...

Cimientos de papel mojado remiten a ti,
toda clase de pordiosero perdidos entre amor y sexo
caminantes que pregonan en las calles que te tuvieron una noche
mas no una vida.

Tantos nombres desconocidos que invitaste a comer de ti
como quien arriba a un puerto sin saber donde llegó,
creyeron encontrar la isla del tesoro
cuando ésta desapareció tragada por un mar violento.

Una tragedia te cambió la vida mujer de madera
el roble fue arrastrado por el huracán de la desdicha
del infortunio y de la muerte.

La cicuta se apoderó de ti
el dolor taladró en lo más hondo de tus sentimientos
y se abigarró de todo lo que eras...
Las polillas ahuecaron tu cuerpo y se tragaron el corazón...

Moriste con él en definitiva
desapareció de esta faz y no encontraste el alivio
sino al contrario, sentenciaste tu condena:
Destinada a desangrar estrellas y a beber espinas.

Y tus lágrimas son burbujas que se quiebran al contacto con el piso
se revientan una por una como tus aspiraciones
eres la puta que pregona ser la más, de todas las damas en el día...

Alcohol para el despilfarro y vinagre para la soledad
bebes con ellos y te embriagas de resentimientos
que curas con sus besos, con esa necesidad que se ha vuelto vicio
con esos precoces que no saben amar a una mujer
sino a un pedazo de carne perforado.

Así eres tú, víctima de tu existencia
posesionada por las garras de los necesitados...

mientras yo, yo sí te quiero.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Ciclos (colaboración para TRANSGRESIÓN)

Sé que mañana no volverás a mi mirada
que la calidez de tu cuerpo se marchitará
Diciembre será mi testigo y tú mi argumento
en esta ocasión sí serás un punto final.

Todo pareció una ardiente espiral de fuego
una puñalada en el alma con manos de alquitrán
una sobredosis de letras ahogadas
en un río de sangre que no desemboca más al mar.

Pero con ello no se detienen los momentos
ni las puertas de mi existencia se ven forzadas a cerrar
ya lo dirían hombres más sabios que el viento
"caminante hay camino, se hace camino al andar"

Porque la vida aunque destiña no acaba contigo
porque la cruz de ceniza solamente se coloca una vez
porque aunque el tiempo parece ser nuestro amo
es más un aliado encallando su barco de papel.

Así pues girará el carrusel sin tu caballo
una sonrisa vendrá con la primer estrella del anochecer
sé que he cerrado un ciclo en mi devenir ¡Qué afortunado!
Mañana empieza otro en este sortilegio que jamás entenderé.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Borrador 5000

Estoy buscando la salida
de un amor incivilizado
si bien, marcó toda mi vida
decir adiós es lo adecuado

ya no buscaré sus lágrimas
ni el acecho de mis manos
será mejor hacerse a un lado
para no abrir viejas heridas....



Verte fría

Quisiera saberte desaparecida, extraviada
muerta en plena calle.
Que los perros coman las viseras
que alguna vez te mantuvieron errante por la vida.

Ojalá desaparecieran tus manos de alacrán
tus piernas depredadoras,
tu espalda, pista de aterrizaje
donde descargaba noche a noche
mis más encendidas pasiones.

Pero verte bien muerta, fría,
más de lo que era tu costumbre.

Ya no sentir tu andar por la casa descalza
mientras yo fingía un sueño hondo
para ver tu andar sigiloso y madrugador.

Deseo que mi mente tenga un accidente fatal
donde mezcle realidad y fantasía,
verterlo en una copa de vino tinto junto con mi sangre
y brindar a la salud de un sueño que nunca se hizo realidad.

Que cada año tuviera trescientos sesenta y cuatro días
para omitir las voces que me recuerdan el día de mi condena,
de la cruz indeleble que se lleva en el corazón
como marca de pertenencia... súbito...amargo...

Ojalá que tu rostro acartonado por los años se marchite
con el rocío matutino, con la luz del día, con la belleza diurna
que se funda como cirio hasta que la última gota de cera
grite su más arduo dolor y se cristalice en el suelo del abandono.

Ojalá que murieras en esta noche helada
para que mi corazón no resintiera el verte ahí...
En el recuerdo más triste del escritorio y la pluma
escribiendo una carta ilusa que sabía jamás llegaría a ser leída.
Que jamás llegaría a ser terminada...