miércoles, 2 de junio de 2010

Delirios

mientras más falta me haga tu piel
más te buscaré en otros brazos,
mientras más falta me haga tu voz
más te buscaré en gemidos nocturnos y prisioneros.

y qué. asomado al precipicio espero el día que llegues,
que me arrojes de él y que mi cuerpo inerte
ruede por los peñascos, sin más dolor
que las agujas en tu garganta apuntándome y diciéndome adiós.

por eso te busco en bocas ajenas
en nombres diferentes
en camas king size, sillones, o en el frío pavimento
por que tu nombre me sabe a pecado no cometido
a vida robada, a mañana sin mar...

Deprimido. es el término que evoca la marea
cuando arrastra hasta mis pies algas que forman
tu sonrisa entre siluetas, luna y arena caliza

y sin más con una patada mortecina
lo borras, atacas mi mente con pequeños espasmos
con dudas, con incertidumbres,

como aquel que teme a la muerte
se ve rodeado de cuchillos en dirección a su yugular,
dagas asesinas
que le sonríen a la mujer descalza que las empuña en el corazón

así me tienes.
desvariando, pidiéntote perdón
implorando tu mirada...
desgarrando la esencia de un ser inexistente en momentos, superfluo,

así me tienes...

por eso te busco en otros brazos
por eso te oigo en otras voces
en otros gemidos
en otros reclamos
en otras botellas de champagne
que al destaparse ahogan mis deseos de ti.

Y besándola, te sepulto, viceversa,
y al amarla cremo tus restos, viceversa
cremo mis labios y mi amor
mientras te finjo indiferencia y desprecio.

Es hora como cada fin de juicio
beber mi vaso de agua salada,
y asfixiarme en la tormenta
que se fermenta dentro de él
y de mí....



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