domingo, 17 de octubre de 2010

Platónica e inexistente

Escrito original: hace algún tiempo, cuando un hombre se enamoró de alguien que nunca existió.

Quiero pensar en ti una noche más
porque lo que me hiciste sentir fue único
mágico, irrepetible.

Platónica sería tu nombre, Amor, tu apellido;
brincarías de estrella a estrella
con tal de regalarme un beso;
y qué clase de beso:
de esos que se confunden con el sol por lo cálido
que se confunden con la noche por misteriosos
que se confunden con las verdes praderas
porque están llenas de vida...

Pensaré una noche más en ti y punto
sin estrategias, sin tácticas
sólo dejaré que mi mente se transporte al pasado
que recoja lo que fuiste
y lo traslade a un mundo mágico y repentino
mas no fugaz...
un mundo donde la eternidad sea relativa
al tamaño de navío dónde viajan nuestros recuerdos cínicos.

Quiero pensar otra vez
que no hay fronteras, ni distancias, ni calendarios
que destruyan lo que somos,
que el concepto de unidad se inventó
al vernos tomados de la mano
y que la palabra pasión
la descubrimos mientras revolvíamos las sábanas...

Qué manera de quererte...
aunque jamás hayas existido....

quizá por eso seas el amor perfecto,
porque no te puedes quebrar....




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