Que tu elixir recorra mi garganta, y por qué no, mis venas.
Voy a tomar tus manos y a recorrerlas por mi pecho;
tomaré tu boca y haré un océano para verlo en el ocaso.
Voy a envenenarme por sobredosis de tu nombre,
que cada letra tuya sea gota de muerte para renacer en tu pensamiento
Tú la cicuta y yo Sócrates, por amor a la vida...
Por voluntad y deseo tuyo...
¡Que me ardas mientras me recorres, que me enciendas mientras me apago!
Sensación tuya en mi paladar, escena bélica de pañuelos humedecidos con sangre..
Tus ojos contra los míos, tu boca contra mi alma., tus pechos contra mis deseos.
Voy a envenenarme de ti porqué te quiero, y voy a embriagarme de ti para olvidarte...
¡Qué ironía!
este comentario no lo pudo escribir ella, pero me lo pasó por MSN, y me encargo de hacerlo público:
ResponderEliminarcada vez que leo tus letras, ordenadas tan armònicamente, me enamoro màs de tus palabras, me identifico con tus pàrrafos y me hago seguidora de tus textos. Atte Rosy